El dolor pélvico es el dolor localizado en la región entre el ombligo y las caderas. En el caso de durar al menos 6 meses este dolor se considera crónico. Puede tratarse de un síntoma de otra enfermedad, o puede ser una condición en sí mismo.
Con frecuencia, el dolor pélvico es un signo de que podría haber un problema con uno de los órganos en la zona pélvica. Puede afectar a los órganos reproductores como el útero u otros órganos como el intestino o la vejiga. El dolor también puede ser síntoma de una infección. Debido a esta dificultad para determinar su origen, los médicos debemos ser muy meticulosos a la hora de establecer el orgien del mismo.
Algunas de las patologías asociadas al dolor pélvico pueden ser adherencias ( bandas de tejido que impiden el movimiento muscular normal), endometriosis, cistitis interticial, intentisto irritable, fibromas uterinos, vulvodinia (dolor y molestias en la vulva), prostatitis crónica e incluso factores psicológicos como el estrés o traumas asociados al área genital y pélvica.
Trastornos del suelo pélvico
Pero más allá de las enfermedades o problemas que pueden derivar en dolor pélvico, debemos tener en cuenta los trastornos de la propia musculatura del suelo pélvico que generan dolor. Estos músculos forman la mayor parte de la estructura de la pelvis y pueden ser una fuente importante de dolor o incluso de aumento del mismo si el dolor proviene de otra patología y su estructura no es consistente. Como ejemplo, los problemas de incontinencia urinaria en ocasiones vienen asociados también a problemas de tonos muscular pélvico y perineal con presencia de dolor en los mismos.
Debemos recordar el que el dolor pélvico puede estar presente tanto en hombres como mujeres. En el caso de los hombres en más habitual encontrarlos asociados a problemas y operaciones de próstata.
Tratamiento del dolor del suelo pélvico
En los casos en los que el dolor viene provocado por una falta de tonicidad en la zona pélvica, tanto la auscultación como el tratamiento son relativamente sencillos, ya que gran parte de estos músculos son "accesibles". Ejercitar la zona ayudará a recuperar la zona y como consecuencia disminuir el dolor asociado. Existen diferentes tipos de ejercicios y técnicas que facilitan a los pacientes localizar y poder realizar los ejercicios.
En Muguerza-Franco Clínica Euskalduna hemos apostado por la última tecnología para recuperar el suelo pélvico y aparcar el dolor. La Silla Emsella nos permite tratar la zona de una forma NO invasiva, sin necesidad de que los pacientes se desvistan. Gracias al campo electromagnético que genera en torno al área pélvica, la silla estimula y ejercita de forma suave pero profunda la musculatura, sin molestias. Escríbenos y consúltanos tu caso para que nuestros especialistas puedan valorar el mejor tratamiento